Las palabras que custodian al miedo ya se van a callar.
En los libros que nunca leí,tal vez, te deba buscar.
Y tu voz, mi amor, todavía a veces suena como un río sin fe. Y en la multitud, un alúd de alcohol me dejaría sin ley.
Y por favor, escuchame si querés esta vez, porque necesito verte bien y sin tus manos voy cayendo sin red en esta cuerda de humo.
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