martes, 9 de octubre de 2012


Cuando su confesión lastimo mis oídos, me dije, " no lo escuches, no te ahogues en su mar
yo abrí de par en par las puertas de mi alma y deje que saliera mi secreto peor, disimulando lo triste y conservando la calma le dije "aunque no creas estoy buscando amor" 
Nos rendimos los dos al fingir como tontos que yo era su mujer y que el era mi hombre pero al cabo de un tiempo yo no quería ser su novia  y el quiso volver a ser el pibe infiel.
Ahora el está feliz, volvió con la idiota.
Yo recorro las calles buscando otro hombre y aprendí que mentirse tiene patas muy cortas que siempre la costumbre va a matar al placer ♪



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